Las alfombras del coche sufren un desgaste continuo. Esto es
normal y se debe a los movimientos de los ocupantes por los roces con
diferentes tipos de calzados, así como las condiciones climatológicas que
afectan a su bienestar. Por estas y otras muchas razones, debemos dar un adecuado
mantenimiento a las alfombras del coche, para que se conserven siempre en buen
estado.
Al menos una vez por semana se debe retirar las alfombras,
doblándolas hacia el centro para evitar desparramar la suciedad.
Se debe quitar, sacudir y limpiar la alfombra inferior con aspiradora,
frotándola enérgicamente con un cepillo. Se puede hacer una limpieza en mayor profundidad,
espolvoreando bicarbonato de sodio y dejando actuar por la noche, para aspirar
a la mañana.
Esta limpieza no sólo retirará piedrecillas y otras
suciedades que podrían afectar a las alfombras de goma, también revigorizará la
textura de la alfombra interior, dejándola más mullida y apta, ya sea gracias a
su textura rugosa de la cara inferior, o bien mediante tiras de velcro que se pueden
pegar con pegamento universal.
En el caso de las de goma, una vez retirada la alfombra, se
debe sacudir. Para limpiarla, nada mejor que agua caliente con detergente
concentrado de lavavajillas. Esto las dejará limpias y brillantes, bien
hidratadas. Después hay que dejarlas secar colgándolas siempre a la sombra, ya
que el calor excesivo puede resecarlas y alterarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario